Cuando eres madre, cambia tu mundo y cambias tú, por eso queremos darte unos pequeños consejos que puedas utilizar durante las primeras etapas de este bello proceso.

Embarazo

El tiempo se pasa volando, por eso disfruta al máximo estos nueve meses en que iras acompañada siempre de una personita que depende de ti, para su bienestar y el tuyo recuerda tomar tus micronutrientes:

Ácido fólico: Puedes tomarlo a cualquier hora del día. Ayuda a prevenir defectos del cerebro y la médula espinal del bebé y evita la preeclampsia.

Calcio: Para prevenir efectos como estreñimiento, puedes tomarlo con los alimentos y tomar mucha agua diariamente. Este mineral no solo fortalece los huesos y dientes tuyos y de tu bebé, sino que además participa en el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y de su ritmo cardíaco que podrás escuchar a medida que va creciendo.

Hierro: Puedes también tomarlo preferiblemente antes de dormir, ya que tomarlo dos horas después de las comidas ayudará a su absorción. No olvides que puede oscurecer las heces, pero no es razón para dejarlo de tomar. Este nutriente reduce el riesgo de parto prematuro, de bajo peso al nacer y anemia.

Actualmente existen productos que contienen estos tres y más micronutrientes, para que puedas tomarlos en una tableta solo una vez al día. Pregúntale a tu médico cuál se ajusta más a tus requerimientos.

Recuerda utilizar bloqueador solar, para evitar pigmentaciones en tu rostro, que pueden surgir en esta época, y aplicarte cremas hidratantes para disminuir el riesgo de aparición de estrías en tu pancita.

Tómate tu tiempo para caminar, esto te ayudará a fortalecerte para el día en que tu bebé quiera salir.

Lactancia

Ya lo conoces y comparte tu espacio, es hora de disfrutar su crecimiento.

Escoge la mejor postura para tu comodidad y la de tu bebé.

Recuerda que la lactancia no tiene horarios, así que cuando puedas, descansa e hidrátate, porque en cualquier momento te podrá necesitar. El agotamiento disminuye la generación de la leche y alimentarlo a demanda disminuye la aparición de mastitis.

La lactancia materna es lo mejor, para ti y tu bebé, no solo por los nutrientes que le das, sino también para restaurar los cambios actuales de tu cuerpo.

De pronto perteneces al grupo de las mamitas a las que se les cae el cabello, que comienza en torno a tres meses después del parto y no tiene nada que ver con la lactancia.

Es temporal, aprovecha para cambiar tu estilo (como hacerte un flequillo), utilizar un champú que puede ayudarte y aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina B y ácidos grasos Omega 3.

Recuerda que antes de tomar cualquier medicamento, suplemento dietario y/o fitoterapéutico, debes consultar con tu médico, ya que estas sustancias pueden pasar a tu bebé a través de la leche materna y no traerle beneficios.

Si quieres conservar por un tiempo este privilegio de la lactancia, no olvides consultar con tu médico el mejor método anticonceptivo que puedes utilizar durante este periodo. Recuerda que, si vuelves a quedar en embarazo, pones en riesgo el poder continuar con la lactancia materna.

Si no es posible la lactancia, no te sientas mal, cada proceso es diferente y actualmente el pediatra puede guiarte hacia la mejor fórmula que puedas administrarle.

Droguerías Cafam te recuerda que durante todo este tiempo y para todo lo que ha de venir, no olvides mantener una dieta saludable rica en frutas y verduras, mantener un tiempo para ejercitarte, asistir a tus controles médicos, hidratarte constantemente y consentirte.

Si tú estás bien, ellos también lo estarán.

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